Otro principio que te vuelva a ilusionar
Tengo ganas de volver a salir corriendo para llegar cinco minutos antes y esperarte, tengo ganas de volver a tener la sensación de querer volver a verte, de darme la vuelta y echar de menos la última hora contigo. Tengo ganas de volver a empezar, no sé, de conocerte.
Tengo ganas de despedirme y escribirte algún mensaje que te haga sonreír mientras vuelves a mirar atrás para ver si todavía sigo ahí. Tengo ganas de volver a coincidir con alguien en una canción, tengo ganas de volver a escuchar una canción estúpida y hacerla nuestra, tengo ganas de volver a saltar emocionado con alguien de la mano en un concierto. Tengo ganas de ti.
Tengo ganas de poder despertarme de madrugada y abrazarte por la espalda, tengo ganas de pedirte que te quedes cuando te tienes que ir. Tengo ganas de volver a ilusionarme como la primera vez olvidando pasados innecesarios, de decir cualquier día que te necesite “ven” y hagas lo imposible por venir.
Tengo ganas de todo eso que no se explica pero que sólo tú y yo entendemos. No sé, pero tengo ganas.

Siempre fuimos de los de huyendo todo el tiempo, de los de ir dejándonos atrás. Ahora no sé si quiero que vuelvas, pero no puedo decirte que no va a pasar más. Por muchas veces que pase sabes que lo cambio todo por un ratito más. No es que no se haya acabado, es que no puedo mirar atrás, y siempre estás delante. Y me jode, pero siempre estás delante. Me da igual que lo rompas, mientras estés aquí, yo ya estoy muy rota sin ti. Me da igual que sea un poco, o que no lo hagas por mí, solo quise verte feliz. Sé que no me paré a pensar, que siempre fui un desastre. Que tuve que dejar de sentir, para no pensar en ti, para poder dejarte ir. Quédate a dormir, y no vale que pensemos si está bien o está mal, es hacer lo que sientes. No puedo llamar hogar, a un sitio el que no te quedes a vivir..