Siempre me cuesta empezar algo. Pero esta vez me está pesando terminarlo.
Acabar contigo, sacarte de mi vida, significaría abrir las puertas a un nuevo principio para el que no sé si estoy preparada.
Quizás por eso sigo creyendo que estoy agarrada al clavo oxidado que hace meses dejó de arder.
No sabría ubicarte ahora mismo. No sé si andas por mi corazón, por mi cabeza o si mis dolencias están en otro órgano que normalmente no toma partido en esto del amor.
Pero qué vas a esperar de alguien que no ha encontrado su lugar en el mundo.
No me lo tengas en cuenta pero llevo toda la tarde escribiendo en la arena todos los besos que te debo, y la costa se me ha quedado pequeña.
La gente fotografía las olas. Yo pienso en ti.
Quizás tiene poco que ver pero me siento así, un turista desubicado plantándole cara a un mar embrabecido en el que deseo navegar, pero sé que podría conmigo.
Contemplo lo imposible esperando la bandera verde para acercarme a ti.
Miro al mar esperando a que golpees mi vida cada vez que te empeñas en recordarme que tengo que acostumbrarme a vivir sin ti..
No hay comentarios:
Publicar un comentario