Si me quieres conocer un poco solo tienes que leer entre líneas...

domingo, 28 de octubre de 2018

A veces uno solo quiere desaparecer, irse a un sitio donde no haya nadie, donde el silencio te invada y solo puedas escuchar tu respiración, que el aire fresco te llene de los pulmones de paz. Ojalá yo ahora en un sitio así, donde dormir escuchando como cae la lluvia en la nada sea la mejor forma de acabar el día.
Porque todos tenemos días más difíciles que otros y a veces la gente de alrededor solo los complica más, los nubla más de lo que ya estaban, y ojalá tener algún sitio al que escapar, un sitio donde no exista nada ni nadie, un sitio donde respirar porque dónde estás te estás ahogando..

viernes, 19 de octubre de 2018

Ese es tu juego, estar en la sombra queriendo saber pero sin preguntar, que quieres saber si pienso en ti? Si aún te recuerdo? O tal vez si aún siento algo por ti? No se me intriga saber porque aún teniendo tu vida perfecta sigues volviendo aquí, que buscas volviendo aquí, que pretendes averiguar leyendo cosas que en su gran mayoría hace tiempo que escribí, de verdad que no lo entiendo, dicen que al final todo el mundo vuelve a lo que conoce, pero si te has enfado por haber leído algo que he escrito aquí es que a mí no me has conocido bien, espero que encuentres lo que buscas cuando entras pues yo al escribir sobre ti o sobre quien sea me libero, me quito un peso de encima, y aunque no me parece justo que tengas más información de la necesaria, es mi culpa por decirte en su día la existencia de este sitio, no me parece justo que si ya no estás en mi vida tengas que seguir urgando en lo más íntimo que tengo, hubiera preferido no saberlo y simplemente imaginar que algún día  dentro de  mucho quizás te acordarias de mí y lo leerías..
Pero tu juego es ese leer y nada más..

martes, 16 de octubre de 2018

No va a haber ningún comienzo igual que el nuestro, pienso todos los días en ti, pero tengo que dejar de pensar que vas a aparecer un día de repente. Estoy ordenando la casa y la vida, deshaciendo las maletas de los recuerdos de los dos, y casi se me escapa otra vez ese vuelve cuando quieras, siempre seré tu casa. Me hubiera gustado compartirlo contigo, pero no estás, y es que tú dices las cosas, pero no las haces, y yo no quiero ser como tú. Sé que te quiero de verdad porque hasta cuando estoy bien ya, sigo pensando en ti. Que sigo echándote de menos, que solo eres tú, pero no estás, joder. Con el tiempo te das cuenta de a quien le has importado, y es una cuestión de que ahora mismo solo estas tú en esta cabeza que no para, y hasta que no esté yo sola, no va a poder entrar nada, ni nadie. No sé disimular, todavía tengo tu foto en el espejo y una metralleta apuntando al corazón cada vez que apago la luz. Lo estoy intentando hacer bien, me estoy aguantando las ganas de escribirte, casi siempre, y es que te quiero aquí, en cualquier lado. Aunque te hayas ido yo ya me he quedado contigo, pero ya me di cuenta de que, si tú no lo das, yo no lo puedo dar por ti..

lunes, 15 de octubre de 2018


Llegar a casa y respirarte como forma de salvación, imaginar tu olor cuando estás a kilómetros se ha convertido en un juego, juego que pasa a necesidad cuando las agujas avanzan y te recuerdo con la facilidad de quien tararea canciones bajo la lluvia, de vuelta a casa desde ningún lugar.
Imaginar tu calor cuando tu ausencia ya quema, cuando aún imagino tus dedos en mi boca, en mi piel y mi espalda pegada al colchón es algo con lo que cuento.
Y lo único en lo que puedo pensar es la jodida suerte que tuve de conocerte, y quizá por casualidad.
Mi destino ya cuenta con tus manos los días para encontrarnos.
Que mis pies, ya conocen el camino hasta ti sin saber dónde estás.
Que mi sabor preferido ha sido la fresa y tú, siempre tú.
Todo esto, no puede salir mal cuando es el azar quién dirige y yo, a ciegas, me dejo guiar hasta ti.

domingo, 14 de octubre de 2018

sábado, 13 de octubre de 2018

Mi primera historia.

Te voy a contar un secreto, cuando te conocí jamás pensé que podría sentir una conexión especial con alguien, no entendía lo que era y por eso pensé que por fin había encontrado ese mejor amigo que todo el mundo tenía y yo no, ese amigo al que le podía contar cualquier pensamiento por raro que fuese y que no me avergonzaría hacerlo, luego cuando esa amistad fue a más yo no quería verlo y me forzaron, y yo me vi agobiada en algo impuesto, hasta que pase un tiempo sin ti y te eche de menos por primera vez, me asusté, porque nunca había echado de menos a alguien como te eche a ti esa vez, porque después vinieron muchísimas más, me enamoré de ti y tu pasaste a ser el centro de mi mundo lo único que me proporcionaba seguridad y lo único que me daba ese amor que creo que tanto necesitaba, me hacías feliz, y aunque contigo era feliz mi mundo era un caos y yo por dentro también, no sabía gestionar mis emociones, mis sentimientos, me reprimía tanto todo para mí, que no dejaba que nadie se acercase, ahora lo pienso y digo joder si es que era una puta cría de 15 años, en fin a lo que iba, te quise tantísimo durante tanto tiempo que te juro que dolía, dolía no verte, no sentirte, dolía no sentirme como yo te sentía a ti, el centro de mi mundo, mientras que yo no sabía qué hacer y me hundía sin que se notará, a veces me recomponía cómo podía, pero en el fondo sabía que volvería a caer, mis inseguridades más mil cosas más me hacían caer, con el tiempo me di cuenta que tú también contribuiste, pero ahora no te culpo, al final no verte se hizo rutina, los buenos ratos eran cada vez pocos y solo abundaban los malentendidos, y yo siempre me culpaba de todo, me sentía fatal, creí que hacía daño a todo el mundo, quise desaparecer tantas veces y me alegro de haber sido tan cobarde como para hacerlo bien, ahora quizás no estaría escribiendo esto, y nos embarcamos en una rutina de querernos a ratos, de dejarlo y volver, de cuando estábamos bien era lo mejor y cuando estábamos mal era lo peor, yo de creer que te estaba destrozado el futuro, de que no te merecías a alguien como yo, que estaba rota y merecía estar sola, y tu pues no sé quise creer que no sabías como manejarlo y que lo intentabas, pero ya la verdad es que me da igual, el caso es que se acabó, llegó un día que no pude más, me cansé de sentirme culpable por cosas que jamás había hecho, me cansé de sentirme utilizada, por qué sí así es como me sentía cuando estuve contigo ya de últimas, sentía que jugabas conmigo como te daba la gana, sentía que deje de importarte, que buscabas excusas, que me hacías parecer una loca cuando no lo estaba, y más cosas que ahora la verdad que no vienen a cuento porque esto no es para que pienses que te echo nada en cara, porque no es así, supongo que ambos nos hicimos daño y que cada uno lo intento a su manera, el caso es que después de 10 años desde que empezó esta historia me veo aquí pensando porqué? Porque tú? Que tenías tú que no tuvieron otros para hacerme sentir eso que no puedo explicar? Cada vez que lo dejábamos le decía a mis amigas que nunca encontraría a nadie como tú, que eras el hombre de mi vida y ellas no me entendían, yo por dentro estaba segura que no volvería a tocar a alguien y sentir lo que sentía contigo, luego pensé que quizás solo lo sentí porque realmente estaba enamorada y ya está, o no sé, y un día toque a alguien que hacía horas que conocía y volví a sentir esa sensación, esa conexión que parecía que nos conocíamos de mucho antes, luego la vida hizo de las suyas pero eso es otra historia, y esta es la tuya, y no sé si alguna vez te volveré a tocar y a comprobar si esa sensación sigue ahí o si no, o tal vez no fue solo el amor, si no que al evolucionar nuestra conexión o bueno lo que solo yo sentía al tocarte se esfumó, no sé, creó que esa sensación fue la que me enganchó a tí, y la que muchas veces me lleva a pensar inconscientemente en ti, quizás esté un poco loca, pero sé que es posible puesto que se que mas gente lo a sentido alguna vez pero como ya te dicho eso es otra historia, y en definitiva mi secreto es este, eso que nadie más sabrá es como yo viví nuestra historia, mi primera pero no última.

jueves, 11 de octubre de 2018

miércoles, 3 de octubre de 2018

lunes, 1 de octubre de 2018

Para aprender a querer, como siempre se dice, debemos saber querernos. Querernos de verdad, querernos fuerte, querernos solos, querernos hasta que no queramos ni necesitemos que nos quieran, querernos como si nunca fuera a aparecer la persona ideal, y querernos lo suficiente, para que si no aparece, seamos felices igual. Para aprender a querer hay que aprender a sentir desde cero y olvidar lo que vemos, oímos y aprendemos a nuestro alrededor desde niños. Olvidar las discusiones, los celos, la desconfianza y el tener la guerra en casa. No me jodáis, eso no son cosas normales de relación, tan solo una excusa que usáis para alargarlas. Ese amor tóxico es el día a día de muchas casas, hasta pasar por la vida de puntillas de la mano de lo que nunca será más que compañía. Para aprender a querer hay que ser amigo antes que amor, hay que ver sonrisas antes que cuerpos, hay que abrazar la amistad entre hombre y mujer, hay que creerla, sentirla y tenerla. Hay que querer a una amiga como si una lágrima de tu sangre cada vez que ella llorase te corriese por las venas. Porque el día que quieras, de verdad, si es que algún día llegas, ella será tu amiga, tu compañera, tu amante, y esa chica que deseas.
La soledad no es la enemiga,
es la necesidad de no estar solo la que causa todas las heridas,
e irónicamente parece ser,
que todo el mundo quiere,
sin aprender a querer.

@rufiexposito