De eso se trata. De aguantar los baches y agarrarse de la mano para disfrutar juntos el sol brillando tras el chaparrón. De la suerte, poco común, de poder madurar y crecer en todos los sentidos junto a alguien.
De saber que en tu completo desastre alguien encuentra un bonito lugar en el que quedarse, adorando cada uno de los pedazos de tu ser insostenible.
Por la suerte de saber que alguien ama cada uno de tus odiosos defectos insoportables.
Y saber que, no importa durante cuánto tiempo estés junto a esa persona, ya haber encontrado algo así, es una suerte para toda la vida.
Si me quieres conocer un poco solo tienes que leer entre líneas...
miércoles, 8 de febrero de 2017
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