Si me quieres conocer un poco solo tienes que leer entre líneas...
viernes, 21 de abril de 2017
jueves, 20 de abril de 2017
Pensamos que el reloj se detendría pero la vida siguió sin nosotros.
Te quedaste el tiempo suficiente para volverte inolvidable, y no estarás conmigo ni hoy, ni mañana, ni después.
No nos dijimos que fuimos tontos como para no valorarnos lo suficiente y jugar mientras amábamos hasta ser derrotados como débiles incapaces, sentenciados al adiós.
No me dijiste quédate, y yo no te dije las ganas que tenía de volverlo a intentar.
Ha pasado el instante, hace tanto que no sé de ti...
y un espacio en la cama que aun te pertenece.
No nos dijimos te extraño, preferimos el orgullo, tomar otras manos, perdidos en lo que no fue y añorando lo que pudo haber sido.
He tenido cientos de conversaciones imaginarias, en donde te digo lo que sentenciamos al silencio y donde me dices lo que callaste por miedo a perder. ¿Qué ibas a perder? A veces el ego azota sentimientos y mis sentimientos quedaron marcados por tus ganas de siempre tener la razón.
Ya sé que todo se termina pero no me dijiste que hablabas con ella, tú corrías en otros brazos para tener confort y otra opción para cuando fuese el momento de la culminación.
Te espere mucho y nunca te dije que no había un segundo plato, que solo estabas tú aunque pensaras que todo estaba roto. Te juro que intenté pegarnos y mientras más nos pegaba menos encajábamos, hasta que ya no nos reconocimos y hoy solo queda lo que me falto por decirte. Nunca te lo dije con sinceridad porque no lo sentía, pero ahora sí:
A ti te falto decirme que huirías en otra para olvidar que fallaste y yo nunca me atreví a decirte adiós.... Adiós! Por fin me desprendo y ya no hay nada que decir, porque la distancia sentenciará el pasado y aunque serás inolvidable, no serás de los recuerdos que te hacen querer regresar.
Sonreiré pensándote pero sonreiré más sabiendo que te pude superar, que la vida no me aplastó y que no eres el dueño de mis ganas de vivir. Adiós! Eres mi lección de desprendimiento, así que gracias.
Mientras tú buscas otro clavo, yo aprendo a no clavar..
martes, 18 de abril de 2017
lunes, 10 de abril de 2017
jueves, 6 de abril de 2017
Ya no estás. Ha pasado tanto tiempo que las heridas, aun siguiendo abiertas, han dejado de oler a ti. Es una sensación extraña: el dolor está ahí, pero no tiene rostro. Es como una sombra desdibujada que me sigue de cerca, a veces desde una distancia prudencialmente aséptica y otras, sin embargo, solapándose a mis pasos y haciéndome dudar de la firmeza del camino. Es tan fácil tropezar cuando el pasado se mete entre tus piernas como un animal juguetón y malicioso. Y tan jodido desprenderse de sus secuelas.
Supongo que te has convertido en un recuerdo imperecedero. Una especie de retrato que ha ido perdiendo intensidad y relevancia, pero con un marco de madera noble que absorbe la atención sobre el conjunto. Se me hace difícil distinguir lo de dentro, pero imposible dejar de mirar.
Deberías estar en un museo, mi pared se está quedando pequeña. Y no lo entiendo: no estás pero ocupas casi todo el espacio.
Quizás olvidar sea una absurda forma de redimensionar la pena, de alimentarla hasta convertirla en un inmenso bosquejo de tristeza y amargura. Quizás sería mejor acercarse a tu rincón, acariciar los trazos de acuarela que nos dieron forma, perderme en el azulverdegris de tus ojos por última vez y descolgarte de la pared. Supongo que así aliviaría tu peso.
Pero no puedo.
Pero no quiero.
Sí, eso es, no quiero. Me he dado cuenta que perder es la parte fácil, lo complicado es volver a jugar sin miedo. El dolor es una buena excusa para no tener que hacerlo. El dolor es la mejor anestesia para seguir en coma.
Qué ironía, ¿no? Ser recuerdo, sangre manando y apósito, todo al mismo tiempo. Nada es definitivo. Nada es bueno o malo. Nada es absoluto. Todo tiene matices, recovecos y oscuros escondrijos donde echarse a esperar que algo cambie, que algo te deje seguir muerto para no tener que volver a vivir.
Para no tener que volver a perder.
Apenas te recuerdo y, aun así, sigues siendo tú.
martes, 4 de abril de 2017
Tenia que ser hoy..
Os parecerá una locura, pero después de meses y meses sin acordarme si quiera de su nombre, a noche soñé con él, no entendía muy bien por qué precisamente ahora, ni siquiera era capaz de despertarme, estaba tan incómoda que al final el sueño se convirtió en pesadilla, curioso verdad? Al final es casi igual que nuestra historia..
Lo del sueño mejor me lo guardo para mí..
domingo, 2 de abril de 2017
Que mis pies, ya conocen el camino hasta ti sin saber dónde estás.
Que mi sabor preferido ha sido la cereza y tú, siempre tú.