Para su suerte, yo le sigo queriendo como el primer día, incluso mejor (que no más), para mi suerte, no me importa ya si vuelve a quererme o no algún día, por que con o sin él voy a seguir intentado ser feliz.
Para mi suerte, cada día es un nuevo comienzo y no dejaré escapar ninguna oportunidad que se me presente para sonreír, porque me lo merezco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario