Sabes que me lo juego todo a ser feliz contigo, que estás más guapa cuando le sonríes a la vida, que siempre tengo impaciencia por verte. Contigo descubrí que no siempre la falta de luz es algo malo, que a veces hay que ir más profundo para conocer a alguien y dejarnos de andar en la superficie. Creo que conoces de verdad a alguien cuando distingues los matices de su risa, cuando sabes exactamente de que humor se va a levantar cada mañana, cuando tienes contados los pasos que da desde el baño hasta la cama. Conoces de verdad cuando sabes los días en que va a estar enfadada, saber decirle en el momento oportuno que ella es magia, que se lo crea, que tiene que poder con lo que venga. Ya sabes, tienes que poder con lo que venga, no elegimos los momentos en los que tenemos que ser fuertes y tirar para adelante, nos eligen a nosotros, y hay que estar a la altura. Y tú lo estás de sobra, ya que siempre me andas por las nubes, y yo no paro de coger vuelos que me lleven a ti. Creo que desde que escuche tu risa, es justo la medida exacta de lo que quiero para mí.
Si me quieres conocer un poco solo tienes que leer entre líneas...
lunes, 3 de octubre de 2016
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