Pienso en la primera vez que te vi y automáticamente una sonrisa invade mi cara, en ese momento solo podía pensar en cogerte y estrujarte, me enamore nada mas verte y estar cinco minutos contigo, no podía parar de imaginarme a ti, esa cosita tan pequeña que eras, todo el rato detrás mía, quizás estábamos destinados a encontrarnos, y como me robaste el corazón con esos ojos que no paraban de mirarme. Aunque el comienzo fue duro tu siempre supistes quien era yo, y cada día que te tengo cerca o cada rato que pasamos juntos siempre consigues que se me olvide todo, aunque no me hagas muchas veces caso o aunque me tires por la calle de lo bruto que eres y esa fuerza que dios te ha dado, pero no cambio nada por haber tenido la suerte de encontrarte y hacerme feliz con solo entrar a casa y que me recibas siempre con las mismas ganas, solo espero que estés conmigo tantos años como sea posible, porque se que tú siempre vas a estar y no me vas a dar de lado, porque tu amor es incondicional incluso aunque a veces yo me porte mal contigo, porque nadie me ve llorando y me mira raro y consigue que acabe jugando, ni duerme cada noche abrazado a mis pies, ni vigila que no me pase nada cuando me estoy duchando, ni llora ni me despide por la ventana cuando me voy, porque nadie jamás me a logrado sacar tantas sonrisas de la cara como tú, ni me ha hecho hacer el tonto por toda la casa jugando como críos.
Porque en definitiva eres la gran suerte que hasta ahora a llegado a mi vida, y cada día que no te veo te echo de menos.
Mi amor, mi vida. Gracias.
Si me quieres conocer un poco solo tienes que leer entre líneas...
lunes, 25 de abril de 2016
Mi amor, mi vida
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario