Si me quieres conocer un poco solo tienes que leer entre líneas...

martes, 5 de abril de 2016

Nos hemos sostenido las manos una tarde entera, hasta que llegó el frío. 
He mantenido presas a las lágrimas en el punto de convergencia de los párpados. Te he dado toda la vida que pude drenar atravesando todas mis capas, desde mis huesos.
Te he querido más de lo que te he dicho y más de lo que me he hecho creer a mí misma.
Era como si la tierra plana se elevara y formara una montaña que hiciera frente al Everest.
-NO TE VALLAS. Pero, ¿quiénes somos para pedir algo así? ¿Acaso podemos parar el aleteo del colibrí sin necesidad de un disparo?
No voy a pedirte que te quedes, ni tampoco voy a impedir que te vayas. Te he dejado navegar con tu canoa por mis cicatrices y experimentar soluciones para mis traumas.
Tu decides si quieres remar conmigo a contracorriente o seguir el camino hacia el que corre toda esa gente.
Soy extraña, rara, complicada.
Quédate si quieres. Yo sigo caminando de noche mientras mantengo la mente en blanco. Y sí, se puede andar habiendo perdido la conciencia.
Soy rara. Pero recuerda que solo los peces muertos siguen la corriente.
Y yo me sigo sintiendo viva.
Por ahora.
Quédate joder.

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