Nos hacemos los valientes y creemos que solos podemos con todo y nos autoconvencemos de que no necesitamos ayuda de nadie, y lo triste es que no nos damos cuenta de que en realidad lo que necesitamos no es ayuda, es apoyo, un apoyo que te haga mas fuerte para que tu mismo puedas con todo, un apoyo que quizás siempre tuviste y nunca viste, o uno nuevo que llega con mucha fuerza, la justa que necesitas, para ponerle ganas a la vida, para superar los miedos, para crecer como persona y en definitiva ser feliz. Por que para todos, ser feliz, debería ser la meta de nuestra vida.