Si me quieres conocer un poco solo tienes que leer entre líneas...
jueves, 29 de diciembre de 2016
miércoles, 28 de diciembre de 2016
martes, 27 de diciembre de 2016
Pensaba que algo le importaba, que después de tantos años algo le importaría, que era verdad eso de que podríamos ser amigos, y supongo que se piensa que yo estaba celosa o vete a saber que, pero que va, me decepcionó mucho enterarme y no por él, porque no tuvo el valor suficiente para decírmelo después de todas esas contradicciones que habían pasado (a contradicciones me refiero a actitudes suyas hacia mi engañosas), no eran celos ni mucho menos, me sentí como una puta barata a la que se le regala el oído y se le hacen creer cosas que en realidad no existían, me sentí utilizada, y me negaba a creer que era cierto, pero por mas que lo analizaba, es que, que otra explicación había? Eso me recuerda a como debió de sentirse él al descubrir cierta conversación que parecía (y con razón, que no lo niego) lo que en realidad no era..
Pasan los meses y aun me acuerdo de todas las cosas que me dijo esa noche que el nunca recordará, y me paro a pensar, y me doy cuenta que al final después de casi 7 años con una persona acabas sin conocerla, porque otra cosa no pero el ser capaz de hacerme sentir así nunca me lo hubiera esperado de él, y que me da igual que este con quién quiera y ojala que la quiera como nunca me quiso a mí, porque ya hasta eso a veces dudo, como si ha encontrado al amor de su vida, que me da igual que es de él ni como es ella ni nada que tenga que ver con sus vidas. Supongo que lo que puedo llegar a echar de menos es esa idea que tenia de él en la cabeza, y que aún que al final resultase mentira o yo que idealice demasiado, esa idea fue lo que me hizo quererle tanto, que por mas que lo he intentado con otras personas no me sale querer así, supongo que es porque una vez que alguien que creías diferente, que era legal, que daba la cara cuando tenia que hacerlo, que un mínimo de respeto hacia alguien con quien has compartido tu vida durante casi 7años y que supuestamente has amado tanto, no se si después de tal decepción seré capaz de confiar algún día en alguien, me cuesta mucho abrirme y cada vez me noto más fría hacia los demás, quizás porque no quiero volver a equivocarme con alguien y volver a sentirme así, creó que no hay nada peor que sentirte engañada por alguien a quién tanto has querido y tanto cariño has tenido, porque a día de hoy puedo decir que aunque le eche de menos no le quiero, ni cariño ni nada porqué no me a demostrado que se merezca nada de mi hacia él, y como además dudo que él se preocupe o piense en estas cosas, es como decir 'ojo por ojo' 'se da lo que se recibe'..
Síndrome de la Bella Durmiente
jueves, 22 de diciembre de 2016
lunes, 19 de diciembre de 2016
Nos empeñamos en buscar la perfección a todo, y no digo que sea malo, aunque no todo lo mejor sera bueno, pero no nos damos cuentas que en muchas cosas de nuestra vida la perfección debería ser algo secundario, esta bien siempre aspirar a más si ese mas es algo que beneficia a tu vida de alguna forma, pero hay cosas que por mas que queramos nunca serán perfectas y e ahí su perfección, no se si me explicaré bien, pero básicamente quiero decir que en ocasiones buscar o esperar la perfección en algo nos impide ver que quizás eso que tenemos ya es perfecto como es, que se podrá mejorar, como todo, pero lo que algo es perfecto ya lo seguirá siendo siempre..
domingo, 18 de diciembre de 2016
de mi cerebreo
preguntándome por ti.
El izquierdo,
tan lógico él, tan complejo,
no entiende tu ausencia.
Cree que todo iba bien,
que no habia motivos para irse,
y lleva todo el dia calculando
cuántos kilómetros nos separan ahora,
y ahora
y ahora
y ahora.
El derecho,
tan abstracto, tan imaginativo,
cree que no te has ido.
Que sigues aquí
pero que te has hecho invisible,
o que solo estás volando un rato.
Que volverás.
No se imagina que no todo es
como en sus sueños despiertos.
Yo ya no sé qué decirles,
ni como es que estoy hablando con
mi cerebro
cuando es él mismo el que crea esta conversación.
Ya, es evidente.
Hablo con él porque no puedo
hablar contigo.
viernes, 16 de diciembre de 2016
Tengo una libreta repleta de pensamientos, sensaciones, presentimientos, miedos, alegrías, sueños, que un día de estos voy a quemar, he decidido hacer una especie de ritual que de por finalizada esta etapa de mas de un año, donde he podido soltar todo lo de dentro sin tener ningún miedo a que nadie me entendiera, porque yo si lo hacia, es una libreta donde guardo muchas cosas que siempre serán exclusivamente mías y para mí, llevo días pensándolo, y a pesar de que muchas cosas de las ahí escritas están aquí, quiero guardarme otras muchas, y con el fin de "quemar" este año para dar paso al siguiente con otra nueva libreta esperando a ser rellenada de cosas varias, pretendo liberarme e intentar dejar atrás todo lo malo, puesto que lo bueno, eso jamás se olvida..
Quien no te a visto dormir no sabe la paz que emanas por todo tu cuerpo mientras se te ve inmerso en el mundo de tus sueños, esos que te hacen viajar a partes de tu subsconciente, y es que hasta resulta placentero mirarte y dan ganas de apretujarte y comerte a besos de lo adorable, tierno y vulnerable que se te ve, por eso creo que no hay mejor lugar que ese, en el que aunque no te pueda ver te sueño y te siento tan cerca..
16/12/2015
miércoles, 14 de diciembre de 2016
Sabes que puedes porque ya lo intentaste una vez y salio bien, aunque al final se torciera por x motivos y x veces, pero lo intentaste, y algo me dice que lo hubieras seguido intentando las mismas veces que yo lo hubiera hecho, por ti y por nosotros, por ese futuro tan lejano al alcance de los dedos. Pero esta bien probar si todo eso que una vez quisite conmigo lo quieres con alguien más.
martes, 13 de diciembre de 2016
"Podría decirte que está muy mal no tener ganas, pero creo que es necesario. Es necesario que no queramos hablar, que el domingo sea de privacidad absoluta, que la vida te de igual un poco. ¿Por qué no? Nadie te preguntó si querías venir y vivir, y caminar y trabajar y enamorarte, coño, que muchas de esas cosas duelen.
No te voy a decir "levántate y haz algo por tu vida". Te diré que sigas durmiendo y que consigas respuestas en tus sueños. Que aprendas a escucharte y te duela lo que te tenga que doler hasta que aceptes tu propia compañía.
Las cosas salen mal, nos defraudan, nos rompen el corazón y de repente, todo pasa junto. La vida jodiéndote la paciencia y no puedo decirte que te mires en el espejo y hagas borrón y cuenta nueva.
Si tienes que olvidar en el bar, pues ve y olvida después del sexto trago. Si tienes que olvidar con tus amigos... Ve y fastídialos con tus problemas, te aman y te escucharan. Anda, llámalos de nuevo.
Si tomaste la decisión equivocada y estás estudiando algo que detestas o estás casada por error, o en la empresa que te agobia o te gusta alguien más... ¡vale que está difícil! Pero así es la vida, no se va a acabar porque pongas stop y tomes la decisión que te lleve a la felicidad.
No te voy a decir que no te quedes ahí tirada dando lastima por los rincones. No, no. Hazlo, da pena. Ten la cara hinchada y disfruta de la vergüenza cuando te digan, ¿estabas llorando? ¡Depresiones! Depresiones... Qué más da. Toca fondo, llega hasta el limite y luego decide si vas a volver a decidir mal o si harás algo al respecto para recuperar tu vida.
Si eres adicta a hacerte daño, bien. ¡Muy bien! Nos veremos en diez años y espero que no sea muy tarde cuando nadie te espere y no te soportes ni tú.
Adictos a cualquier cosa como la falsa compañía. Por el terror de aceptar algunas despedidas terminamos dando miedo en el futuro que ya no existe porque se ha perdido, se ahogó en tanto pasado.
Un domingo de esos en los que sabemos que podemos caer o seguir flotando enganchados a un clavo para omitir el golpe. ¡Cáete y pártete el cuerpo pero mantén tu alma intacta!
Feliz noche para ti que acompañas mi instante y lo llamas casualidad"
lunes, 12 de diciembre de 2016
sábado, 3 de diciembre de 2016
Como pasa el tiempo, y sin embargo para algunas cosas parece no haber pasado.
Hace meses que apareció alguien especial, y a pesar de encontrarle y de tantas cosas buenas con él, me siento fatal, me siento incapaz de sacar de mi cabeza a otra persona, y no puedo más, me asusta meter en mi vida a alguien que no tiene por qué aguantar todas mis complicaciones, estoy cansada de ocultar tantas cosas, me da miedo no ser buena elección para alguien que solo tiene cosas buenas que ofrecer que solo me a dado momentos geniales pero sobretodo paz y descanso, me ha hecho olvidar muchas cosas por momentos, pero otras muchas me han sido imposibles, y como decirle a alguien que le quieres cuando no es así, por que si le coges cariño a alguien que te hace reír, que te hace no pensar en tu día a día, que te salva de esa rutina, que te hace sentir muy especial, pero si a pesar de todo eso, es otra con la persona que sueño, que me viene a la mente en ocasiones que no deberían, que me pasa algo y su ausencia es como si me apretara por dentro, el no sentirme cómoda del todo en ciertas ocasiones, no me siento capaz de engañar a nadie ni a mi misma de esa manera, prefiero mil veces estar sola que estar con alguien para "olvidarme" de otra persona, cosa que se me está haciendo imposible, y si con él no he podido, me asusta pensar si seré capaz de sacarlo de mi algún día..
Ojalá y no fuera así, ojalá fuera capaz de dar un paso mas, pero no puedo, no cuando soy incapaz de mirar sus ojos sin imaginarme que son otros los miro, u otras manos las que me tocan o sus brazos los que me abrazan, incluso otra boca la que me besa y me habla, a veces pienso que me estoy volviendo loca, ojalá algún día esto se pase..
lunes, 28 de noviembre de 2016
La fatiga de este viaje para encontrar lo que perdimos se acentúa tras cada curva en la que tú no me esperas.
Mensajes vacíos, preguntas sin respuestas en mi mente: cómo hemos llegado a este punto en el que ya nada queda de lo que fuimos, y seguimos mirando hacía otro lado disimulando como si de lo nuestro no se tratara.
Los rayos de luz que se cuelan entre las nubes me dejan ciega, sólo veo fantasmas tirándome por la espalda, mientras que los que tengo enfrente me preguntan dónde estás.
Cómo hemos llegado a este punto, en el que nada de lo que hagas tendrá credibilidad. Ojalá lo intentarás de verdad y lucharas tanto como dices por lo nuestro.
Odio esperar y parece que es lo único que se me da bien hacer, mientras me rompo los dedos y vomito en cada esquina, y grito con la mirada y todos los que me escuchan hacen oídos sordos.
Odio esperar, y en cambio lo sigo haciendo mientras me muevo por los días y los momentos esperando a que reacciones de una vez.
Se vuelve a acercar la noche, está acabando otro día, el tiempo y la vida se esfuman, y mientras me dices a ver si vienes a verme, sueño cada noche que cuando voy realmente lo que querías es volver a disimular y no sentirte culpable de que ya nada es igual. Pero yo aquí sigo esperando.
domingo, 27 de noviembre de 2016
Alguien habla de esa persona que te salva. Esa persona que es cura pero que a la vez también es la enfermedad.Un día alguien de repente te coge de la mano y te dice :venga,baila. O se acabará la canción para siempre y no podrás bailarlo nunca más.Entonces es ahí cuando te das cuenta de que hoy es el futuro del que nunca pensamos y que es el pasado el presente donde siempre nos quedamos , y es así como de una manera u otra acabamos sobreviviendo aunque a veces no tengamos un bote salvavidas al que agarrarnos.Pero cuando menos te lo esperas llega ese alguien y te salva de la tormenta
sábado, 26 de noviembre de 2016
Hundo mi memoria
en lo efímero del tiempo,
con el afán de perpetuar
tu existencia
en esta lucha intemporal.
Combato con la fuerza de los leones,
rasgo velos de esperanzas
ingenuas que no volverán.
Me aferro a la añoranza
y me duele la piel
que no tocan tus manos.
Ya no veo tu sombra,
también debió caducar
como las hojas en otoño.
Eres cuerpo con poros
que transpiran olvidos.
Quise meterme en tus sueños,
estaban vacíos, sin dueño.
Los charcos de lluvia,
reflejan besos mojados
en gotas desvanecidas.
Me oprime el alma este desahogo
que no puedo compartir.
Y allí, en mi memoria vencida,
encuentro sin razones
que equivocan mi existir.
Quiero ser presencia en daga afilada,
que clave el tiempo y te deje ahí.
Existo porque tú estabas,
ahora vivo, sin existir.
Quiero pensar que todo no fue tan malo, que hubo momentos buenos y muy buenos, al menos para mi.
Quiero ser honesta conmigo misma y decir aquí lo que a nadie me atrevo.
Hace no mucho tiempo que prohibi que me hablaran de ti, porque no quiero saber nada de tu nueva vida ni de como te va, no le veo sentido, no si al menos no me lo quieres decir tú, no se tampoco si sigues leyendo estas cosas y que razon te lleva a aqui o lo mismo no y esto lo leerá alguien que no lo va a entender y este yo aquí haciendo el subnormal, pero bueno la verdad es que me da igual..
De vez en cuando me vienen pensamientos que me recuerdan a ti, y joder es algo que por mas que quiera no lo puedo evitar y me jode muchísimo porque no es que quiera precisamente,no se si te habrá pasado alguna vez, que da igual con quien esté o que este haciendo, tampoco es que este obsesionada, pero si que es cierto que es en plan "pero que coño?" en fin que ese tipo de cosas no las puedo controlar quizás como puedo hacer con otras cosas, supongo que por mucho que se nieguen hay espinas que se clavan y cuestan mucho de arrancar, al menos a mi me esta constando mas de lo que creía, aunque para que mentir sabia desde hace muchos años que esto acabaría pasando, que me costaria, porque es innegable que tu para mi haz sido alguien muy importante, y a pesar de terminar siendo como desconocidos, me has enseñado muchas cosas, que quizás en su momento no me fije, llamalo madurez o etapas no se, ya sabes eso que dicen de sacar el lado bueno a todo, supongo que al final con el tiempo podre sacarte por completo, o al menos lo suficiente para que no me asalten gilipolleces de repente, espero que algún día pueda respirar y decir que lo he superado tan bien como has hecho tu, lo único decirte que lo que me vienen a la mente suelen ser cosas buenas, en plan momentos que al menos para mi lo fueron y cosas así, de ahí lo que dije al principio, y nada que sera la lluvia, el invierno, que puede que este en esos días que estoy mas sensible que de costumbre, o esta semana que me haya puesto mas sentimental y por eso me haya dado por "echarte de menos", pero que si al menos todo te va bien que sepas que me alegro..
viernes, 25 de noviembre de 2016
Las despedidas por lo general terminan con una promesa por cumplir, pero producen una cierta esperanza puesta en la mente y el corazón del quien la da y quien la recibe. Algunas de ellas son ensayadas para que todos los deseos queden claros y ambas partes queden satisfechas con el adiós, por otro lado hay algunas que son dolorosas por el silencio que embarga, por la ausencia de esperanza y de futuro y por la convicción de que a partir de ése adiós, ya nada existe, excepto recuerdos inútiles que con el tiempo podremos manejar, sin embargo qué hay con ése agradecimiento por el tiempo que has y han invertido en ti, qué hay con las promesas que fueron el motor de tu futuro, y que si no se lograron concluir fueron en algún momento la motivación que necesitaste cuando te faltaba ese “algo” para continuar con tu pesada semana. Sólo a veces el decir adiós trae tristeza y amargura, pero el agradecer a la otra persona te traerá gratitud contigo mismo, nos hará entender que no hay tiempo perdido ni muerto, sino puro tiempo de enseñanza y de aprendizaje.
Que cada persona es un mundo nuevo y maravilloso, que cada persona tiene una primavera para prometerte pero también una tormenta que necesitará de tu ayuda para controlarla, o al menos de tu compañía. Nunca te despidas sin agradecer, busca la manera de que cuando llegue el momento de pasar la página; antes, te hayas tomado un ratito para escribir “gracias” y obviamente colocar ese punto final que muchas veces es la puerta a otra nueva y mejor historia..
martes, 22 de noviembre de 2016
Hay constelaciones en todas partes, puntos luminosos que se unen para formar figuras que no todo el mundo sabe apreciar.
Hay constelaciones en tus ojos, en las infinitas variantes de colores en las betas de tu iris.
Hay en cada recorrido, diferente cada día, que le hago a los lunares que adornan tu cuerpo.
Hay constelaciones en tu sonrisa y en sus diferentes formas y significados.
Hasta hay en el sonido de tu risa, esa melodía que automáticamente te quita cualquier mal y te transporta a otro universo.
Hay constelaciones en las puntas de tus dedos que cada vez que me rozan me hacen ver las estrellas.
Y es que todo tú eres un millón de constelaciones juntas que te guían hasta encontrar el destino, que eres tú, el deseo que pides una noche cualquiera cuando hay lluvia de estrellas..
domingo, 20 de noviembre de 2016
Y aquél ayer
no se quedó con nuestra historia,
ni hubo pasadizos
donde nuestros besos
conocieran más rincones.
Ni fotos en blanco y negro
que nos cuenten sonrisas,
ni abrazos compartidos
que durasen tanto invierno.
Así comencé a entender mal la vida,
a creer que todo,
(incluso nosotros)
éramos fugaces,
un segundo sin eternidad,
amén de los merecimientos.
Hoy, mirar atrás
debería ser pecado,
aunque cualquier futuro
haya perdido la fe
después de haberte encontrado.
Y no es raro
que uno se interne en prisiones
con la llave en el bolsillo.
A veces es lo único que queda.
Aunque el dolor del recuerdo
nos duela como el presente
y sepamos que el olvido,
vil, perverso y necesario,
no nos tenga en su memoria.
(...)
Es raro con el tiempo
cómo llega a dolernos lo que hubiera.
viernes, 18 de noviembre de 2016
Solo para mí
La felicidad de que pronto te voy a ver, que echarte de menos ha valido la espera, que cualquiera se volvería loco si le faltaran tus abrazos, pero que bonito el volver a ver tu sonrisa y mi cara de tonta cuando te veo llegar, no cambiaría por nada estas ganas y estas ansias de tenerte solo para mí..
sábado, 12 de noviembre de 2016
Hay olores que te transportan a lugares ya olvidados, a recuerdos escondidos en lo mas profundo de tu alma esperando a ser encontrados, hay olores que te estremecen por dentro una tarde cualquiera en el momento mas inesperado, hay olores que calan, que se meten en tu corazón y jamás salen por mas que quieras echarlos, hay olores que son personas, personas de tu pasado, de tu presente y muchos mas del futuro, hay olores que son casa, que son libertad, y olores que son cielo, despejado o con nubes, hay olores que siempre están y otros que jamás volverás a oler, hay olores que sacan sonrisas y otros lágrimas, y muchos otros ganas de vomitar, hay olores que son vida..
lunes, 7 de noviembre de 2016
Inefable
Hacia tiempo que nadie me miraba así, esa mirada en la que no hacen falta palabras, solo basta con lo que te hace sentir, solo importa la sonrisa involuntaria y los ojos brillosos con las pupilas ligeramente dilatadas, y el corazón a mil por hora, la piel erizada, las manos sudorosas y las piernas temblorosas, y esa sensación de que estas acelerado y que te empieza arder la cara, y otra sonrisa acompañada de un beso, y rozar las manos y que un escalofrío recorra todo tu cuerpo, y ese brillo en los ojos que no desaparece, y seguimos mudos, incapaces de pronunciar palabra alguna porque sencillamente no hace falta..
viernes, 4 de noviembre de 2016
Y se fue.
De la manera a la que nunca queremos acostumbrarnos:
sin quererlo
Era el epicentro de todos los terremotos que tambaleaban mis sueños pero aun así yo quería cumplirlos todos a su lado.
Llamádme idiota, masoca. Lo que sea.
Pero sabéis de lo que os hablo porque justo en este momento acaba de aparecer esa persona en vuestra cabeza.
Nos repelíamos como dos imanes que no se llevan bien pero nos atraíamos como dos jodidos polos opuestos.
Supongo que también sabéis de lo que os hablo porque habéis pensado en el vuestro, en vuestro polo opuesto, aunque ahora se haya derretido y ya no esté.
Y cuando supe que esa persona no iba a ser para mí, todo lo de aquí dentro sabía que ya no le iba a pertenecer.
La cuestión ¿sabéis cuál era?
Cerrar esta maldita caja cuando la llave la tiene la otra persona y no te la piensa devolver.
Y entonces me di cuenta de que muchas veces ponemos cerrojos a puertas que quizá no sean nuestras.
Quizá la culpa sea nuestra por confundir de primeras sonreír a estar feliz.
O por confundir querer a quererse.
Y de ahí todos los tropiezos.
Quizá esa persona prefirió irse a decir adiós. ¿Y qué? Quizá quería irse pero sin despedirse.
Irónico,¿eh?
Y es por ello que nos cueste creer.
A mí me llevó días, meses… entenderlo.
Comprender que no todas las personas guardan una despedida en la chaqueta para cuando decidan abrigarse e irse.
Comprender que todas las personas son el aquí y ahora de alguien. Estaba claro que esa persona no era mi ahora y ni mi aquí. Pero quizá sí era su allí y su después.
Créedme que siempre es mejor creer la versión bonita del cuento a quedarte con la mala, o como la mala del cuento, que también puede ser.
Yo me quedé con la versión del adiós que existe y del hola que vuelve.
sábado, 15 de octubre de 2016
Quizá no lo sepas, pero te quiero. Y esta es la única ironía que voy a escribir hoy.
Quizá no entiendas la importancia de cada palabra, la dicha y la callada. La que te regalan mis labios y la que queda atrapada en mis ojos.
Quizá nunca hayas entendido su valor, su fuerza, el ímpetu con el que salen del alma cada vez que las pronuncio.
Quizá no sepas que yo no sé pronunciar una palabra llena de vacío. Una palabra de esas que se dicen por inercia, que se dicen por decir, sin pensar en qué siente aquel que la recibe.
Quizá no lo hayas sabido nunca, pero sé de lo que hablo porque a mí me han disparado más palabras vacías de las que podría contar el sol. Me han dicho tantas veces que me querían, que era importante, que valía (algo o mucho)… para darme cuenta tras un tiempo que eran palabras carentes de sentimiento (cumplidos, que los llaman a veces), que cada vez que me encuentro con una palabra que creo sincera me taladra el corazón. Y se tatúa en mi alma. Maldita tinta indeleble.
Quizá no te lo haya dicho, pero antes de ti estaba más rota de lo que jamás voy a reconocer.
Quizá no lo creas, pero después de ti… No hay nada. Eres un punto final. O de inflexión, qué me importa. Y solo tú puedes decidir dónde colocarte. Siempre lo dejaré en tus manos. Creo que de ti depende que yo pueda seguir siendo yo. Si tuviera que soportar una vida en la que no estés dejaría de creer en todo, dejaría de llenar mis palabras con todo lo que siento, me convertiría en otro jugador más de una partida de mierda donde lo único que se valora es quién la tiene más grande. La mentira, claro. Pero no la verdad. Esa cuanto más pequeñita mejor. No vaya a ser que nos vayamos sonrojando y se nos agoten los argumentos cada vez que tengamos que defendernos.
Quizá no lo recuerdes, o no quieras hacerlo, pero sufrí más de lo que debería y menos de lo que otros sufren en la misma situación.
Quizá no me permitas que grite de dolor, que llore en voz alta, que sea capaz de guardar rencor o que me sienta inocente porque alguien tiene que compensar la balanza. Porque si hay Ying tiene que haber Yang. Y no sé por qué digo todo esto si yo no creo en esas mierdas.
Que no.
Que he intentado recomponerme de mil maneras, que he rechazado más batallas de las que debería y siempre me he rendido demasiado tarde. Que he sido tan valiente como cobarde.
Quizá me siento tan insignificante que comprendo por qué cada vez que pongo la otra mejilla es para llevarme un golpe aún mayor.
O quizá no. No lo sé.
Pero lo siento.
Lo siento, por ser injusta y haber rechazado tantas verdades recordando el dolor de tantas otras mentiras.
Lo siento, por ser tan como soy. Por permitir a la gente que me quiere que sufra cuando digo la verdad y por ocultársela otras veces y alejarme para evitarles más dolor.
Lo siento, por hablar a bocajarro, a pesar de la sinceridad; por ceder a mis impulsos y no detenerme a pensar.
Lo siento. Por cada error y cada herida.
Pero si me vuelves a joder, no te perdono más…
Vida.
miércoles, 12 de octubre de 2016
Salvavidas
Eres mi salvavidas, el que me saca a flote sin ni siquiera saberlo, el que me consuela sin pretenderlo, el que sin hacer preguntas ahí está, el que me coge la mano para que no tropiece y me caiga otra vez en el precipicio, el que me salva los días con medias sonrisas, y con caricias enteras, con abrazos que siempre saben a poco pero que poco tan reconfortante, eres el que aprecia mejor cada matiz del color de mis ojos porque siempre te pillo mirando, mirando a ver si te necesito, y ahí estas, para salvarme cuando nadie mas sabe que lo necesito..
Dicen que todo pasa por algo, cada beso, cada caricia, cada mirada, cada despedida, cada reencuentro, cada pensamiento, cada recuerdo, cada sonrisa, cada lágrima, cada nuevo sueño, y los que ya se olvidan, cada cicatriz, cada estrella fugaz que ves cada vez que miras al cielo, cada abrazo inesperado por la espalda, cada suspiro, cada pesadilla, cada presentimiento, cada locura, cada caída en el camino, cada decisión mal tomada o al contrario, cada desafío, cada recompensa, dicen que todo pasa por algo, pero solo sabes porqué con el tiempo, y dicen que solo unos pocos son capaces de saber porque de cada cosa, el porque de si valió la pena llegar hasta aquí por lo que tienes, o por lo que vendrá..
lunes, 10 de octubre de 2016
viernes, 7 de octubre de 2016
Y tú no serás, pero para mí lo eres.
Me estás explicando lo que es la vida sin dar ningún tropiezo sólo con estar a mi lado. Todas las respuestas a mis preguntas imposibles las tenías tú, porque necesito escribirte en la palma de la mano todo lo que no te sé decir, y despejar nuestras incógnitas.
Y no eres la chica más guapa del baile, ni la que mejor baila, no sé, igual ni te apetece salir a bailar, tampoco eres la que lleva el vestido más bonito, pero eres todo lo que a mí me gusta. Seguro que no fuiste la chica más guapa de tu clase, ni la chica 10, pero para mí eres un 11.
Eres esa ligera sensación de saber que he cometido muchos errores y que contigo se han solucionado todos, la que habla el mismo idioma que el mío sin decir una sola palabra, la que toca muy adentro en la distancia sin haberte puesto una mano encima.
Eres mi olor favorito por las mañanas, el abrazo perfecto antes de dormir y eso no sé si es poesía, pero para mí lo eres.
Redry
jueves, 6 de octubre de 2016
Cuando siento que se me restan las ganas, cuando me siento ausente por dentro. He aprendido a respirar hondo, a cerrar los ojos. He aprendido a dar las gracias por lo bueno, por lo malo, por lo que pasó y por lo que no.
Eso me hizo ser cómo soy, eso me ha hecho aceptarme, eso me ha hecho quererme cada día y poco a poco de forma más sincera.
Y a mi me parece que hay poca libertad más propia que esa.
miércoles, 5 de octubre de 2016
A veces cuando creemos estar enamorados nos dispara un sin número de emociones que nos hacen sentir que nada tiene fin. Incrédulamente saltamos de alegría por miradas que tal vez no tienen ningún sentido, pero para nosotros esconde un enigmático significado (así sea que no, pero tiene). Creemos ver en el otro, cualidades que nunca pensábamos encontrar, y si no las tiene obligamos a nuestro cerebro a que procese como si las tuviese, sin imaginar que a la vez estamos procesando también una decepción a corto plazo.
Tal vez ése sea el error más grande, pretender etiquetar a las personas por cómo queremos que sea. Anhelamos una imagen inmortal en medio de una realidad que simplemente es como es, y no la aceptamos. Luchamos por conseguir a toda costa lo que queremos, el sentirnos amados sin entender que en medio de ése deseo existen defectos, existen también errores y existe una realidad que merece ser conocida para luego ser respetada y finalmente amada.
Caemos erróneamente en un cuento de hadas, ése que nos hace pensar que lo oscuro encontrará claridad porque estamos allí, sin imaginar que nosotros sólo somos seres pasajeros, que la persona solo cambia porque es ella misma quien desea ése cambio.
El amor nunca crea ataduras, ni físicas ni mentales. Es libre, por el simple hecho de estar juntos; te sientes libre. De pensar, de sentir, de amar. Con el tiempo, después de todo, te das cuenta de que sentir el inmenso poder del amor va más allá de expresar gestos y detalles inertes. Entiendes que aprender a amar es una experiencia única, sensible a cualquier error, apto para aprender de todo y humilde para entender los límites. Es allí donde podrás decir que amas, que no tienes miedo y que lo disfrutas.
martes, 4 de octubre de 2016
3 de octubre de 1993
Desde pequeña cumplir años no era algo que me importara mucho, ni celebrarlo, ni los regalos, ni las felicitaciones, bien es cierto que algunos serán inolvidables tanto por lo bueno o por lo malo que pasará. Hoy, a mis 23 recién cumplidos, no ha cambiado nada, solo sé quien realmente se merece un poquito de mi, personas que lo mismo nunca imagine que se acordarían de mi hoy lo han hecho y otras que pensaba que si se ve que ya me han olvidado y la verdad es que me alegro, me alegro de las sorpresas inesperadas de hoy que me hacen valorar mas a quien tengo al lado y a quién no, sabiendo lo que significa para mi este día.
lunes, 3 de octubre de 2016
Sabes que me lo juego todo a ser feliz contigo, que estás más guapa cuando le sonríes a la vida, que siempre tengo impaciencia por verte. Contigo descubrí que no siempre la falta de luz es algo malo, que a veces hay que ir más profundo para conocer a alguien y dejarnos de andar en la superficie. Creo que conoces de verdad a alguien cuando distingues los matices de su risa, cuando sabes exactamente de que humor se va a levantar cada mañana, cuando tienes contados los pasos que da desde el baño hasta la cama. Conoces de verdad cuando sabes los días en que va a estar enfadada, saber decirle en el momento oportuno que ella es magia, que se lo crea, que tiene que poder con lo que venga. Ya sabes, tienes que poder con lo que venga, no elegimos los momentos en los que tenemos que ser fuertes y tirar para adelante, nos eligen a nosotros, y hay que estar a la altura. Y tú lo estás de sobra, ya que siempre me andas por las nubes, y yo no paro de coger vuelos que me lleven a ti. Creo que desde que escuche tu risa, es justo la medida exacta de lo que quiero para mí.
domingo, 2 de octubre de 2016
jueves, 29 de septiembre de 2016
Mírame.
Y no confundas con valentía
las mentiras que me cuento cada noche.
Me maquillo los ojos y las cicatrices
y me pinto los labios de rojo
para dejar marca en el cuello
de los errores que no quiero volver a cometer,
de todos esos carroñeros que merodean mi cadáver.
Que si me da por provocar taquicardias
a golpe de cadera y pestañeo
es sólo para olvidarme de las mías.
Y si piso tan fuerte las aceras
es sólo por hacer más ruido que tu ausencia.
Ya ves, que no es valentía.
miércoles, 28 de septiembre de 2016
Huiste, reconocelo, huiste por que te daba miedo algo, te daba miedo volver a caer en los mismo errores, quizás no te diste cuenta de las señales que desprendías y no fuiste lo suficientemente valiente para tirar hacia delante, quizás pensaste que si una nueva persona entraba en tu vida sería mas fácil olvidar a esa que siempre ha estado ahí.
Huiste, quizás por miedo a sufrir, quizás por cobarde, quizás por curiosidad a cosas nuevas, pero huiste, y quizás algún día tu mismo te des cuenta del porqué, el cómo y el dónde, y ojalá seas tan sumamente feliz que jamás leas esto, y vivas tu vida de color de rosa donde todo siempre es tan fantástico, y ojalá nada a tu alrededor te recuerde que alguien una vez te amo como posiblemente nadie más lo vaya hacer y ojalá aprendas a querer y a luchar mas por las personas, a controlar esos miedos a lo que tu llamabas inestabilidad, y a creer mas en quién te lo demuestra.
martes, 27 de septiembre de 2016
lunes, 26 de septiembre de 2016
Es posible
Es posible seguir queriendo a alguien por muy mal que te lo haya hecho pasar? Es posible que aun con cada trozo en el que has acabado por dentro, cada uno de ellos, sigas queriendo a alguien que ya ni si quiera se acuerda de ti? Es posible querer algo que ya no existe? Es posible querer a alguien que no para de demostrar que no se lo merece? Es posible olvidar? Es posible?
viernes, 23 de septiembre de 2016
jueves, 22 de septiembre de 2016
Te echo de menos, no lo voy a negar, a veces incluso echo de menos lo que eramos cuando estábamos juntos, a veces parecía que lo lograríamos, es curioso como echas de menos algo que nunca has conseguido tener y sin embargo con el tiempo echar de menos ya no duele como al principio, de vez en cuando se me escapan sonrisas involuntarias cuando algo me recuerda a ti, siempre pensé que tu y yo estábamos destinados a ser, no se algo raro, siempre sentí en lo mas profundo de mí que algo nos unía a pesar de las diferencias que siempre nos han separado, soñaba con que algún día lograríamos superar cada obstáculo, como la de veces que nos cogíamos de la mano y el tiempo parecía ir más despacio, supongo que solo era cosa mía el coger tu mano y sentir ese noseque que no se ni como explicarlo, y que jamás he vuelto a sentir, claro que supongo que eso solo formaba parte de la fantasía que tenia montada, pensé que yo formaba parte de tu sueño como tu del mio, grave error, pero no te equivoques, que echarte de menos no significa que quiera que vuelvas, al contrario, te quiero cada vez mas lejos.
Por que ya te acostumbras al no saber de ti, hasta te deja de importar, vas haciendo como si nada hasta que al final se hace realidad y la nada se convierte en un muro invisible que hemos construido donde tú estas a un lado y yo al contrario y no nos permite ver mas haya, pero tampoco nos importa ya.
Supongo que la duda de si estamos en el camino correcto la tenemos todo el mundo, y siempre he creído que si yo elijo el camino nunca sera un error, por eso tú para mí jamás serás un error porque yo en su momento te elegí, y volví a elegir una y otra vez, convencida de que ese era mi camino, y aún que finalmente no lo sea no me arrepiento de nada, porque ese camino me ha llevado a donde estoy hoy.
sábado, 17 de septiembre de 2016
Quieres saber si quieres a una persona? Piensa en lo que estarías dispuesto hacer por ella, los sacrificios, el lo que estarías dispuesto a aguantar, el quitarte de ti para ofrecérselo, el pensar antes en ella que en tu propio beneficio, los actos que te salen solos, el amor de verdad no es egoísta, el amor es mas dar de uno sin pedir recibir del otro, y si es mutuo y ambos reciben el amor puede ser realmente maravilloso..
viernes, 16 de septiembre de 2016
Empezamos, como empiezan siempre todos; tampoco nos iba a faltar a nosotros la venda de la ilusión. Risas, besos, ganas de vivir, juventud, sueños, y algún que otro enfado. Pero amor, sobre todo amor. Amor del más intenso, del que ya no queda, del que creemos que nadie más tiene, pero todos los demás creen vivir también.
El mayor problema del amor es que tiene que haber dos. Dos que piensan diferente. Dos que actúan diferente. Dos que no se ponen de acuerdo, que encaran la vida de diferente manera, que dan lo que saben dar, o lo que pueden, o lo que quieren.
Te di lo todo lo que pude, sin pedir nada a cambio. Te di todo lo que tenía, sin esperar que hicieras lo mismo por mí. Un año, otro, y otro. Mucho tiempo. Y no te pedí lo mismo, pero muchas veces me quedé sentada esperando cosas que jamás obtuve de ti.
El problema del amor es que tiene que haber dos. Dos que evolucionan de manera diferente.
Todo es perfecto hasta que deja de serlo. Y dicen que deja de serlo sin avisar. Que deja de serlo en bajito, de puntillas, casi sin hacer ruido. Pero no es cierto; deja de serlo a gritos, pero no lo oímos. No lo escuchamos, o no lo queremos escuchar. Nos dejamos llevar, queremos pensar que todo es igual que siempre. No queremos ver los fallos y lo que se debería mejorar porque no nos queremos esforzar.
Te dije que te daba todo a cambio de nada. Vale, era mentira. Pero yo no lo sabía. Yo no sabía que un día me despertaría sin nada porque te lo había dado todo. Yo no sabía que me iba a quedar vacía y que no iba a haber nada que te pudiera ofrecer. Yo no sabía que el amor se muere cuando no hace más que dar y no recibe nada. Yo no sabía que no pedir no es sinónimo de no necesitar.
Te lo di todo, y a cambio, hoy no tenemos nada.
jueves, 15 de septiembre de 2016
miércoles, 14 de septiembre de 2016
Decís con tanta facilidad un te quiero que da risa, como si supierais lo que es querer a alguien, y si alguién lo sintió de verdad alguna vez dudo mucho que vaya por ahí regalándolo con tanta facilidad, no se hasta que punto estáis dispuestos a demostrar sentimientos falsos pero dais pena de verdad la gente así, por que no solo os engañais a vosotros mismos si no que engañais a la persona que tenéis al lado, no se lo mismo deberíais miraoslo un poco, sobretodo esos valientes que no solo en la intimidad sino que lo publican en todas partes, esos mismos que en un periodo corto de tiempo ya han querido a mas de una persona. Lo único que demostrais es ese miedo que tenéis de estar solos, de necesitar a alguien sea quien sea solo para cubrir esa necesidad.
Y si estás leyendo esto, sabes que en el fondo tengo razón.
martes, 13 de septiembre de 2016
Esta noche se presenta como otra de esas en las que el dolor, la frustración y el no entender no me dejarán cerrar los ojos y dormir en paz.
Y no entiendo esta cabeza, no entiendo que ayer fuera completamente feliz, y hoy me sienta tan desgraciada. Las emociones se agolpan en mi mente, y no me dejan pensar. Solo siento, y así no se puede. Y me odio. Odio saber que tengo que ser racional, odio saber cuál es el problema y no poder hacer nada para ponerle remedio. Quizá no soy normal. Quizá esté pasando una época en la que no estoy normal. Una época demasiado larga. Quizá no esté preparada para algunas cosas que me han caído encima y me vienen grandes. Quizá nunca he sabido entenderte. Quizá no he sabido entenderme yo. O el problema es que creía que me conocía y descubrir dentro de mí tantas cosas nuevas me está superando. Quizá necesite ayuda, pero si la necesito, me niego a aceptarlo.
Quizá mi inseguridad sea la base del problema, u ocupe parte de esa base. Nunca me he creído suficiente para nadie y sin embargo, te pido que me veas como no has visto a nadie jamás. No le doy ninguna importancia al físico, excepto al mío. Me miro al espejo y me encuentro mil defectos, me exijo lo que no le exijo a nadie más. Y a ti, te hago lo mismo, y me lo das, y no te creo, porque me miro al espejo, y me veo mil defectos. Y tú te tragas la mierda que me escupen mis complejos.
Quiero ser especial, y quiero ser única, y olvido que hubo mil especiales antes que yo. Te pido una promesa de eternidad sabiendo mejor que nadie que aquí solo cuentan los segundos. Me niego a aceptar lo común, lo que tienen todos. Me niego a aceptar lo que antes concebía como normal y me hacía feliz, y sin embargo hoy no puedo vivir con ello. Me niego a aceptarlo y sé de sobra que es así, y te culpo de mis frustraciones, por hacerme creer en lo que no existe.
Me contradigo mil veces, y eso me perturba, porque necesito orden y control, y en mi vida cada vez hay menos de los dos. Siento que la vida se me escapa de las manos y tan pronto estoy volando como saltando al vacío. Solo necesito pensar con claridad, algo que por lo visto ya no soy capaz de hacer.
No distingo entre el presente y el pasado. Y, ¿por qué habría de distinguirlo? En el pasado tú seguías siendo tú y yo seguía siendo yo.
Me pregunto en qué consiste la vida. Me pregunto por qué estoy aquí. Me pregunto por qué nos encontramos tú y yo, y de repente creo en el destino, aunque mañana te diré que creer en el destino es de tontos. Y que nada ni nadie decide tu vida, y eso me lleva a desesperarme, porque no sé qué estoy haciendo con la mía.
Quizá ya no estoy sola, y no sé si volveré a estarlo alguna vez. Igual es la ansiedad que me acompaña a donde quiera que voy la que no me deja pensar con claridad, quizá es ella la que está escribiendo estas líneas. Quizá ya nunca vuelva a estar sola, aunque la sensación de soledad se apodere de mí de vez en cuando, o más a menudo de lo aconsejable, o más a menudo de lo que puedo soportar, porque la ansiedad no tiene un hombro sobre el que llorar, o unos brazos que te sujeten tan fuerte que sientes que nada podrá salir mal. Ella solo está ahí para hacer daño. Quizá el resto de mi vida sea así.
Me pregunto qué ha pasado hoy, qué pasa miles de días; me respondo, y la respuesta no me vale. Y escribo, escribo porque un día me di cuenta de que escribir me descubría muchas cosas sobre mí que ni siquiera atisbaba. Y escribo y parece que me acerco a entender algunas cosas, están ahí, al alcance de mi mano. Y sigue sin servir para nada. Y me pregunto si al empezar a escribir no abrí la caja de Pandora. Me pregunto si no habría sido mejor no saber nada, no descubrir nada, si cada sonrisa se tiene que cobrar una lágrima.
Es extraño cuando alguien define casi a la perfección como te sientes o te sentiste, o incluso las ganas de algo o simplemente expresar lo que no te sale a ti decir con palabras, no se si me explico, pero yo me entiendo, y como tampoco espero que nadie a estas alturas me entienda solo os diré a quién quiera que lea esto, que siempre hice lo que pude y aun lo hago para hacerme entender, aunque muchas veces no lo consiga.
Y esto me recordó algo en lo que un día creí firmemente y ahora es solo un reflejo de lo que pudo haber sido.
lunes, 12 de septiembre de 2016
El mérito no está en no fracasar nunca, si no en tener la capacidad de que cada vez que fracases, seas capaz de empezar de cero, hasta conseguir lo que deseas. Sacar la motivación de dónde sea, pero sacarla para seguir adelante a pesar de las caídas, y volver a levantarte hasta que lo consigas.
El mérito está en no desistir de tus sueños, no ver ninguna meta como algo imposible dentro de tus capacidades, fomentar cada día capacidades nuevas. Porque todos somos capaces de todo con las ganas y intenciones suficientes.
Que el mérito no está en hacer que todos crean en ti siempre, el mérito está en que cuando nadie crea en ti y digan que no eres capaz de algo, saques el coraje de confiar en ti mismo y saber que sí que puedes hacerlo. Porque nadie, sólo tú mismo, pone los límites a tu vida.
Que no existen fronteras cuando uno cree en sí y piensa que merece ser feliz.
No te quedes atrás, avanza, sigue adelante y crecerás. Que todos los obstáculos que puedas ver forjarán una armadura contra los golpes ajenos, con el don que sólo deje pasar los pensamientos buenos que te llevarán a un camino de rosas aunque vivas en el desierto.
Que todo es posible cuando existen ganas, y todos tenemos ganas de ser felices, sea como sea. Así que venga, no desistas y alégrate que así, poco a poco, le sacarás las espinas a la vida.
"Y pensando, que sinceramente, te quiero asi, tal como eres, y como se, que lo que haces te hace feliz, tal como eres.."
Supongo que siempre habrá algo que me recordará a ti, como no, ir por la carretera y que de repente suene esta canción, no se, me han venido muchísimos recuerdos a la cabeza, y si afortunadamente han sido todos buenos, imagina que hasta me echado a reír, y luego mientras seguía escuchando esa canción, que siempre me gustó, pensé en la letra y en la razón que tiene esa frase, y es que creo que de eso se trata, de querer a alguien tal cual es, sin pretender que sea otra persona, amar tanto defectos como virtudes, porque eso es lo que nos hace ser quién somos, y yo fíjate que siempre te ame con todas mis ganas y cada parte de ti ya fuera bueno o malo, y nunca deje de hacerlo.
Hay asuntos que, por mucho tiempo que pase, siempre viajarán conmigo.
Somos lo que pensamos, lo que hacemos, lo que soportamos, como actuamos, lo que dejamos en los demás, nuestros aciertos y nuestras equivocaciones, arrepentimientos y vehemencias, pero también somos -en parte- lo que nos acompaña en el recuerdo a cada paso que damos.
Hay asuntos que permanecen alojados en la memoria y que, a no ser que la cruel agonía de un Alzheimer me los quiera ir sumergiendo poco a poco entre la niebla de un doloroso olvido involuntario, formarán parte de mi ser mientras que tenga conciencia.
Esos asuntos son personas, lugares, captaciones sensoriales y experiencias que me hicieron sentir intensamente la vida en algunas de las dos caras de –esa- su afilada daga por la que mantenemos el equilibrio. Todos me ayudaron a crecer porque tengo por costumbre insistir en lo bueno y aprender de lo malo para ir esquivándolo. Es por ello que no renuncio a llevarlos conmigo grabados en la piel, abrigando mis sentidos para hacerme estar atento a lo que sucede alrededor.
domingo, 11 de septiembre de 2016
En la cima del mundo
Calla.
No me digas que tú también lo pensaste y te arrepentiste. Que creíste por un momento que el amor podía sostener el mundo y descubriste que no. Que algo tan delicado podía cargar con el peso de todos los odios, podía borrar la tristeza de los ojos, los adioses, las cicatrices de otros brazos, las heridas que aún sangran.
Y no sé.
Tal vez es que soy menos romántica o más práctica o no creo tanto en los amores infinitos ni en las películas de lágrimas y final feliz o en graffitis escritos en puentes de la autovía diciendo que te quiero a tres metros sobre el cielo, en fin.
Pero te juro que cuando me miras con esos ojos, ya sabes a qué me refiero, y vienes y me dices guapa, y me besas como al principio, siento que nos estamos suicidando. De una forma muy bonita, no lo niego. Pero qué quieres. Oigo como carga la bala de la pistola que apunta a tu sien, y a la mía. Oigo como prende la mecha de la dinamita. Oigo como se afila el cuchillo. Oigo como se desprende el seguro de la granada.
Y en realidad no me importa, por qué vamos a engañarnos.
Que yo sé que algún día vamos a matarnos, perdona que no pueda darte más datos. No sé si será el uno al otro, entre miradas de odio, o si cada uno a sí mismo, totalmente autodestructivo, o los dos juntos y de la mano saltando al vacío, pero sí, algún día esto nuestro tiene que matarnos. Morir no, eso es imposible. No hay quien mate algo así. Y claro, lo que no muere, asesina. Y pienso en la belleza brutal de todo esto, tú cadáver y asesino, yo psicópata y víctima, y ya me conoces, soy muy de cines y series y novelas negras, y oye, si tenemos que destruirnos, que sea así. Yo voto o bien por una explosión con olor a metralla en cada adiós, y la distancia insalvable reflejada en nuestras miradas, o si no, una muerte lenta, juntos, envenenándonos un poco más en cada te quiero, en cada no te vayas nunca, mintiéndonos con cada no puedo vivir sin ti.
Sí, mejor eso.
Miénteme y dime que sin mí la vida no es vida. ¿Hay mentira más bonita?. ¿Hay forma de morir más dulce?.
Pero que dure hasta el final, para poder recordar tus palabras para siempre.
Lo siento, es verdad que debería hablar del amor lleno de besos y abrazos y ramos de rosas. Pero no sé hacerlo, y tiendo más a pensar en cementerios, que ahí también se dan abrazos y besos y se dicen te quieros y se llevan flores. Y si celebramos el amor y la muerte de igual modo, por algo será.
Y es que no sé ya vivir sin ti, o bueno, qué cojones, claro que sé, pero no quiero. No me da la gana. Me gusta saberte ahí, a mi lado. Equilibrando mi locura. Estabilizando mi mundo. Poniendo algo de cordura a mis desvaríos.
Que igual el amor al final también es eso.
Compensarme para que no enloquezca.
Y que me sigas mintiendo.
Aunque los dos sabemos que soy insoportable.
Pero bueno, me soportas.
Y sigo escuchando el tic-tac del reloj marcando la cuenta atrás.
Pero te miro y oigo tu risa, y tu voz, y tus pasos, y también tus enfados, por qué no, y hay momentos en los que se difumina todo.
Y oye, que vuelvo a creer por un momento que el amor sí que puede sostener el mundo. Igual no el planeta. Pero sí mi mundo, el mío, y el tuyo. El nuestro.
Así que calla.
No me digas nunca que tú también lo pensaste y te arrepentiste. Porque lo único que me queda es agarrarme a ti. Así que no me digas nunca que piensas como yo. Porque yo creo en ti. Yo, que casi cada día pienso en mandarlo todo a la mierda. Pero agito la cabeza y saco esa idea absurda de mi mente. Y vuelvo a recordar que eres la página que no pienso pasar. Que eres el tren del que no pienso bajarme. Que eres el billete de ida. Que eres la piedra con la que más me gusta tropezar. Que eres los brazos que mejor me salvan del naufragio y la mirada que mejor sabe desvestirme. Que eres quien consigue que mi vaso no esté siempre más que medio vacío.
Así que calla.
Y sólo dime que el amor todo lo puede.
Y yo prometo creerte.
Y sentir que estoy en la cima del mundo.
Al menos un poco cada día.
Qué borrachera
Nunca me había sentido tan bien. Era como estar en una nube. Era como eso que siempre soñaste y que nunca supiste como era en la realidad. De esas veces que piensas que va a ser algo normal. Pero acaba siendo algo fascinante. Empecé por lo básico. Un par de botellas de tu perfume. A lo que le siguió un litrillo de miradas. Y lo acompañamos por un paquete de historias.
Cuando empecé a rozar la felicidad, fue cuando decidí mezclar. Mezclar esas botellas y ese litrillo con una buena copa. Una copa normal. Copa de caricias con un poco de sonrisas. Quien dice un poco, dice muchas... Y dejamos el hielo a un lado. Porque se derritió al instante. No fue capaz de aguantar esa temperatura. Se derritió. Al igual que me derretí yo al verte.
Decidí poner de fondo mi canción favorita. Que por cierto, sonaba mejor que nunca. El momento no podía ser mejor. Y entonces fue cuando decidimos pasar al copazo. Sí, esa copa de balón que te ponen en el reservado de la mejor discoteca. Esa copa de balón llena de media botella de besos. Y un poquito de placer. Por qué no. Un día es un día.
Ahora sí que estaba por las nubes. Ahora sí que estaba borracha. De ti. Y de todo lo que tenía que ver contigo. Un copazo detrás de otro. Hasta tal punto que la felicidad rodeaba el ambiente. Al igual que me rodeabas tú con tus brazos. O yo con mis piernas. Ay, bendita borrachera.
Firmaría por todas las resacas del mundo. Si las borracheras fueran de ti.
viernes, 9 de septiembre de 2016
Tengo un te odio atravesado en la garganta y un te espero en la mirada,
a veces se me escapa alguna lágrima sin avisar de que te quiero,
pero no un te quiero de posesión, ni un te quiero como se quiere a un amigo,
que también,
pero no,
es ese te quiero que no dices porque no debes,
el que niegas y te duele,
el de que te recorre un escalofrío cada vez que escucho tu nombre,
y sí
soy una idiota por tener todavía la gran desgracia de quererte sin condición,
y sí es una gran putada creeme,
tener a alguien maravilloso a mi lado y que mas de una vez aparezca algún recuerdo de lo que fuimos,
y es una putada porque yo no elijo a quién querer,
y es más te digo que si pudiera me arrancaría lo que tengo en el pecho a ver si así desaparece de una vez este sentimiento.
jueves, 8 de septiembre de 2016
Nunca es tarde
Despierta. Son las 8. Hay que aprovechar el día. – no sé de dónde salía esa voz. En la habitación solo estaba yo. Me levante asustado.
Miré el reloj, que efectivamente marcaba las 8:00. Fue un sueño muy extraño. No tenía nada que hacer. Sería un domingo como otro cualquiera.
– Quiero que te duches y te prepares. Hoy será el último día que la veas. La última vez que podrás aprovechar tu tiempo juntos. Tienes media hora para hacerte todas esas preguntas sin respuesta, elegir las únicas dos que te responderé, pasar la rabia y el desconcierto y decidir si vas a aprovechar la oportunidad que te estoy dando o no. – ahora sí que estaba asustado. ¿Cómo que la última vez? ¿De dónde demonios salía esa voz? Ella nunca bromea sobre estas cosas. Busqué por toda la habitación a ver si encontraba una grabadora o cualquiera cosa que pudiese estar emitiendo ese sonido. Nada. Miré el reloj, habían pasado 15 minutos. Me senté en el suelo, tenía que pensar.
– ¿Cuánto tiempo me queda? – dije en voz alta, sintiéndome bastante estúpido.
– Hasta mañana a las 8.
– ¿Ella lo sabe?
– No.
– ¿Debo saber algo más?
– Disfruta del día. Olvida la rabia. Olvida el miedo. Las preguntas no son importantes, solo lo serán si lo permites.
No entendía nada, pero si algo de todo eso era verdad, estaba dispuesto a aprovechar el día.
Me duché, me vestí y me fui directamente a buscarla.
Allí estaba ella, igual de preciosa que siempre, aunque hacía mucho tiempo que no me daba cuenta. Hacía mucho tiempo que se había convertido en rutina dentro del mismo paisaje. Me quedé observándola en silencio. Era fascinante verla disfrutando de su café, totalmente despeinada, absorta en alguna de sus pasiones. No se había dado cuenta de que la miraba hasta que solté una pequeña carcajada cuando la vi ladeando la cabeza con desaprobación mirando fijamente su portátil.
Me preguntó qué hacía despierto tan temprano. Para ella no era temprano, de hecho, dormir para ella era una pérdida de tiempo. Nunca supe si era verdad que no le gustaba dormir o que le tenía miedo.
No supe qué contestarle así que le di un beso. Otra cosa que hacía mucho que no hacía. Darle un beso porque sí. Me sonrió y me pregunto que si quería desayunar. Siempre preguntaba lo mismo y ella jamás lo hacía.
No le conteste a eso tampoco. Le dije que se pusiera el bikini, que nos íbamos a la playa. Ahora era ella la que me observaba atónita. Hacía ya años que me negaba a llevarla a la playa, aún sabiendo que era lo que más le gustaba en el mundo. Yo con los años fui odiando cada vez más esos viajes que hacíamos y ella simplemente se fue resignando.
Sabía que me merecía esa mirada, así que no la discutí como de costumbre, sino que me acerqué más y le susurré ‘hoy es tu día, hoy vamos a la playa’.
Me sonrió y se levantó rápidamente. Sacó el viejo capazo y me pidió que revisará si tenía algún bicho. Estallé en carcajadas. Si había algo que esa mujer temía eran los bichos. Nunca comprendí como algo tan pequeño podía hacer gritar a alguien tan fuerte.
Era fuerte, no fuerte de complexión sino fuerte de carácter, algo que me hacía admirarla tanto como odiarla. Cuanto más la desafiaba más fuerza cogía. Era como intentar embestir un huracán.
Revisé el capazo minuciosamente mientras ella se ponía el bañador y buscaba el mío. Me lo trajo y metió todas las cosas que pensó que podríamos necesitar en nuestro viaje. Volví a reírme, como de costumbre, llevaba una cantidad ingente de comida por si yo tenía hambre y se olvidaba de la suya. Siempre estaba atenta a las necesidades de los demás, aunque con los años había aprendido a ponerse ella por delante cuando lo necesitaba. No ser lo primero y lo último en su vida fue algo que yo resentí.
Me miró fijamente y me preguntó qué a qué venía esa cara de pena. Normalmente me hubiese enfadado mucho con ella por decirme eso, siempre me enfadada si leía mis sentimientos. Hoy en cambio aprecié esa capacidad. Confesé estar triste. Me estaba dando cuenta de muchas cosas. A ella no le hizo falta saber nada más, se acercó y me susurró ‘no te preocupes’.
El resto del día lo pasé disfrutando de verla disfrutar. Parecía un niño pequeño en Navidad, no creo que nadie en este mundo disfrute tanto solo con el hecho de estar cerca del mar.
Le propuse ir a ver el atardecer, supuse que si de verdad era la última vez, debía disfrutar de eso que ella tanto amaba. Esta vez no quería nada más que asentir sobre lo precioso que era cada vez que entre foto y foto me lo preguntara. La verdad es que no tengo ni idea de si era preciso o no, yo observaba lo preciosa que estaba ella cuando se le llenaba la mirada de alegría.
Tras el anochecer, volviendo a casa, paso todo el trayecto charlando conmigo. Desprendía felicidad. Esa noche, como antaño, no había nada que le pareciera más importante que contarme absolutamente todo lo que se le pasaba por la cabeza. No sabía cómo echaba de menos esa cabecita, totalmente caótica y extrañamente divertida. Hacía tiempo que ni siquiera charlábamos.
Al llegar se quedó dormida en la cama mientras yo guardaba las cosas en la cocina. Me acomodé a su lado y la dejé dormir. Pase horas observando atentamente sus movimientos mientras la acariciaba. Se despertó y se acurrucó en mi costado, consiguiendo que me quedase yo también dormido.
Me desperté a las 7, muy asustado, buscándola. No estaba. Me quede en silencio intentando escuchar algún ruido que me diese una pista sobre dónde estaba. No estaba. No se oía ni un solo ruido.
Estoy seguro de que me estaba dando uno de esos ataques de ansiedad de los que ella me había hablado y que jamás había entendido.
De repente me acordé, todos los días sube a la azotea a mirar el amanecer. Salí corriendo. Cuando me vio aparecer en pijama y con la cara descolocada se asusto. Ahora era ella la que tenía el ataque de ansiedad. Tuve que tranquilizarla, prometerle que no pasaba nada, que todo el mundo estaba bien, que sólo había tenido una pesadilla. Me abrazó, con la misma ternura con la que me abrazaba cada vez que intuía que lo necesitaba.
Terminamos de ver amanecer y me dio las gracias. En ese momento me di cuenta de lo mucho que nos habíamos perdido. Me estaba dando las gracias por hacerla feliz un día, como si hacerla feliz fuese un favor que le hacía y no lo que me hacía feliz a mi.
Le pedí perdón y ella me besó, hacía mucho que no preguntaba el por qué de las cosas. Normalmente ella ya sabía por qué y yo odio hablar.
Me fui a duchar mientras ella se hacía otro café. Eran las 8 menos cuarto así que me di prisa, aproveché los últimos 15 minutos mirándola, a sabiendas que la estaba poniendo muy nerviosa. Yo estaba disfrutando de ese nerviosismo que la obligaba a hacer movimientos muy extraños y graciosos.
A las 8 en punto se marchó a trabajar, despidiéndose con un beso y un hasta luego.
He estado todo el día en contacto con ella, necesitaba confirmar que aquella voz no tenía razón.
21:59. Suena el teléfono. Es la Policía.
(Continuará, o no.)
¿Será verdad que por fin he superado
la barrera de echar de menos?
Podía pasar.
Se podía querer tanto
que no importara que acabara todo.
No estamos juntos ahora
y aún me queda esa forma de tocarme que tienes
esa sonrisa por la que merece la pena
decir cualquier tontería.
Por fin he superado la barrera
de echar de menos.
Ha sido acelerar sin prisa,
amar, amar, amar,
ser yo mismo,
no como cuando me miro en el espejo.
Ha sido perder el miedo a estar contento,
a pesar de estar sin ti,
dejar de sentirme culpable por querer a veces
estar solo.
Ha sido estar tan bien contigo
que ha dejado de importarme estar un tiempo sin ti.
Todavía tengo restos de tu piel en mis pestañas
y cuando se caiga empezará a grabarse
el gusto de saber que pronto
estaré junto a ti.
Hoy no me ha dado pena separarme
porque he roto la barrera de echar de menos,
el punto en que la soledad
pasa a otra dimensión,
abandona el cuerpo
y todo deja de tener distancia.
Autor: J. Romeu
2016
miércoles, 7 de septiembre de 2016
"No digas nada, no es el momento. Deja que te bese despacio mientras acaricio tu nuca. Ya sabes lo que quiero.
Guarda silencio, te lo ruego. No repitas las palabras que yo misma te prohibí que dijeras y acaricia mis pechos sobre la blusa mientras me pego a tu cuerpo.
Abrázame fuerte, no dejes que me aleje. Aunque la duda haga temblar mi cuerpo y no sea del todo consciente de lo que estoy haciendo.
Desnúdame, despacio. Arranca una a una las prendas de ropa que cubren mi cuerpo y hazme olvidar por un momento que no son sus manos las que desvisten lentamente cada uno de mis miedos.
Muérdeme, aunque me duela. Aprisiona entre tus dientes mis pezones y finge que no ves que de mis ojos brota una lágrima suicida que quiere besar tu boca y la mía sabiendo que, con esa caricia, se mezclará con nuestra saliva.
Recorre mi cuerpo. Besa, lame, muerde y acaricia cada centímetro de mi piel desnuda que ansía sentir cómo la sangre me arde y la piel, de frío, se eriza.
No tengas miedo, yo he dejado de sentirlo, y que ahora sea la locura de nuestros cuerpos la que domine a la cordura de los sentimientos.
No quiero pensar, no quiero recordar cuánto le echo de menos. En esta noche sin luna tan solo quiero arrodillarme frente a ti y no disculparme en ningún momento por llevarme a la boca tu sexo y recorrerlo, con ansia y deseo, usando mis labios y lengua para endurecerlo.
Mírame, no quiero dejar de hacerlo. Y por eso no aparto la mirada del fuego de tus ojos aunque no encuentro la magia de sus ojos pardos en ellos.
Apártame, dame la vuelta, apoya mis manos en la pared y utiliza mi espalda como lienzo en el que pintar esas promesas de amor que jamás cumpliremos. Ni diremos.
Quédate callado, no digas mi nombre, utiliza tu lengua para lamer mi sexo y que sean mis tímidos gemidos los únicos que rompan el silencio.
No seas delicado, quiero sentir tu deseo. Estoy cansada de sentirme la frágil chica a la que todo daña y nada alivia, la tonta a la que las palabras le hacen herida y no encuentra hechos que poder usar como tirita.
Fóllame, eso quiero. Túmbame en el suelo y deja que caigan sobre mi pequeño cuerpo tus 75 kilos de peso. Acepta la invitación de mis piernas abiertas y hazme tuya, con fuerza. Embiste mi sexo con toda la dureza que te permite el miedo a hacerme daño, mientras mis labios besan tus clavículas antes de empezar de nuevo la guerra entre tu lengua y la mía.
No puedo pensar, tampoco quiero hacerlo, porque he perdido el control sobre mí misma desde que te siento tan dentro que mis entrañas arden más fuerte que el mismísimo infierno. No pares, yo no me detengo, te prometo que no gritaré tu nombre cuando me corra, pero tampoco susurraré el suyo sin que me oigas. No tengo palabras, han abandonado mi garganta, y el placer domina mi cuerpo por completo mientras araño tu espalda y muerdo tu cuello.
No sé qué música suena, si es rock o metal. Solo tengo oídos para la melodía que forman nuestros acelerados gemidos que rozan el orgasmo hasta alcanzarlo.
Tiemblo, notando cómo tu semen me quema dentro y, mientras busco tus labios, te aferro a mi cuerpo recordando, en este maldito momento, que prometí entregar mi corazón a quien me arrancase las bragas mientras sonase “Never Never” de Korn y que jamás podré hacerlo porque mi corazón habita muy lejos de mi cuerpo.
Te abrazo, eso sí puedo hacerlo, y me muerdo las lágrimas hasta caer vencida por el sueño."
Crees que lo has olvidado porque alguien nuevo ocupa su lugar, crees que remplazar años por unos cuantos meses curaran toda la herida, que alguien nuevo puede darte la escapatoria que necesitas para ser otra vez feliz y quizás mejor de lo que lo fuiste y ya ni recuerdas o no quieres ni acordarte, y te equivocas, llega un día que te das cuenta que te estas engañando a ti mismo y que nadie puede ocupar el lugar de nadie, que es verdad que ningún clavo saca a otro por muy maravilloso y espectacular que sea el nuevo, que siempre te van a quedar restos del viejo dando por culo cuando menos te lo esperes, y que quizás lo que te haga falta es dejar atrás todo por tu cuenta sin que nadie te ayude, poco a poco, que tampoco tienes prisa, y tampoco hay que ir por ahí jodiendo a personas increíbles que se cruzaron un día contigo para demostrarte que también alguien puede quererte bien, y que incluso tú podrías llegar a querer de nuevo algún día, solo que este no es el momento, que necesitas un respiro porque no estas segura de que es lo que quieres en este momento, ni de lo que estas haciendo, ser egoísta y no dejarte llevar por el miedo a estar sola, y ver si de verdad es esta persona, la persona que necesito y quiero a mi lado.
Después de todas las personas que he conocido,rendirse suena bien.
Está claro que cualquiera hoy en día me decepciona, yo me decepciono y e ahí el problema mi querido Watson.
Quizá exija mucho, quizá las personas piensen que merezco poco,
quizá pido algo que no existe.
Me gustaría dejar de pensar que para poder valorarme a mí misma tengo que esperar a que me valoren los demás.
Es incorrecto, lo sé.
No hablo de que me valoren personas que apenas me conocen, no.
Hablo de las personas a las que yo valoro
más que a mí misma.
Estoy en primera fila, compañero.
A pesar de todo, sigo siendo una estúpida.
Querer me gusta.
Quererte más.
martes, 6 de septiembre de 2016
Eres toda la suerte que quiero, la buena y la mala, la que te sirve para salvar momentos y la que te estropea otros. Eres todo lo que quiero que me pase, que me lleves por los caminos que quieras, que me encantes con esas formas que tienes de apurarme los días cuando necesito que acaben. Cuando tienes esa forma de ralentizarme las noches cuando no quiero que llegue mañana, y casi nunca quiero que llegue mañana si no vas a estar conmigo. A veces estoy un poco acojonado cuando la vida se encarga de hacer que los planes nos funcionen fatal, cuando las ciudades en las que estamos son distintas, cuando nos echamos de menos en la cama. Pero luego, me dices que siempre estamos juntos aunque no lo estemos, y yo te digo que voy para allí todas las noches que estés triste, y nos salvamos septiembre en un beso. Y eso, que al final da igual que todo se ponga en nuestra contra, si yo estoy pegado contra ti a la hora de dormir.
HER
lunes, 5 de septiembre de 2016
Como nos cuestan los principios, y como los echamos de menos después. Como nos cuesta ese nerviosismo por lo nuevo, esa incertidumbre de no saber si se está haciendo lo correcto, si hemos elegido bien si aún estaremos después a tiempo para volver a empezar. Nos da miedo el empezar muchas veces por miedo a fracasar, por miedo a descartar algo en la vida, por no querer elegir. Y es que, no es lo mismo tener la posibilidad de algo y no hacerlo, que saber que no puedes hacerlo, que ya lo hiciste y no te gustó, y lo tienes que tachar de la lista. Pero siempre hay más, pase lo que pase, a pesar de lo que tengamos que borrar hoy de la lista, mañana vamos a seguir siendo. Yo te voy a proponer un trato: Cuando tú no puedas yo tiro de ti, y cuando yo no pueda hazlo tú de mí. Y así, vamos poco a poco empezando todo lo que queremos, acabando todo lo que no queremos, y sabiendo que pase lo que pase, mañana vamos a estar ahí, siendo felices sin saber lo que nos va a deparar, solo disfrutando la compañía, compartiendo el corazón y el tiempo.
Hay asuntos que, por mucho tiempo que pase, siempre viajarán conmigo.
Somos lo que pensamos, lo que hacemos, lo que soportamos, como actuamos, lo que dejamos en los demás, nuestros aciertos y nuestras equivocaciones, arrepentimientos y vehemencias, pero también somos -en parte- lo que nos acompaña en el recuerdo a cada paso que damos.
Hay asuntos que permanecen alojados en la memoria y que, a no ser que la cruel agonía de un Alzheimer me los quiera ir sumergiendo poco a poco entre la niebla de un doloroso olvido involuntario, formarán parte de mi ser mientras que tenga conciencia.
Esos asuntos son personas, lugares, captaciones sensoriales y experiencias que me hicieron sentir intensamente la vida en algunas de las dos caras de –esa- su afilada daga por la que mantenemos el equilibrio. Todos me ayudaron a crecer porque tengo por costumbre insistir en lo bueno y aprender de lo malo para ir esquivándolo. Es por ello que no renuncio a llevarlos conmigo grabados en la piel, abrigando mis sentidos para hacerme estar atento a lo que sucede alrededor.
sábado, 3 de septiembre de 2016
Al final va a resultar cierto que hay personas que no saben estar solas, y es una pena, para que engañarnos, es una pena que te ancles la vida de persona en persona porque en el fondo te puede más el hecho de no sentirte solo y que otra persona te haga sentir especial, ese tipo de personas creo que se ilusionan con nada y se creen que ya es amor, es ese tipo de personas que sin conocer nada mas que la fachada y lo bonito del principio son capaces de regalar esas dos palabras como quien dice buenos días por educación, ese tipo de personas son las que van por la vida dando lecciones de agoismo cuando en realidad son tan cobardes que no son capaces de estar solos por ellos mismos y no por nadie, no se quien se engaña más, ir de duritos por la vida creyendo que borrando todo de repente ya no va a existir nada pero luego bien que en el fondo están pendientes de todo y quieren saber mas de la cuenta, en fin a ese tipo de personas le deseo mucha suerte y que se preparen porque antes o después se acaban dando solos una lección, y la verdad es que nunca esta de más aprender algo nuevo.
viernes, 2 de septiembre de 2016
Haz que no parezca amor.
Que es lo que se lleva ahora.
Duelen tantas tripas en nombre de la libertad.
Tú dices libre y yo digo cobarde.
Cobarde todo aquel que no es capaz de comprometerse con el instante. Cobarde todo aquel que no esté presente cuando el otro está desnudo y vulnerable. Cobarde todo aquel que puso un límite desde el principio.
Yo es que no quiero nada serio.
Como si no fuera lo suficientemente serio estar dentro físicamente de otro ser humano.
Yo es que no creo en las etiquetas.
Como si ponerle nombre a las cosas fuera algo malo.
Yo es que busco pasar el rato.
Como si la vida fuera para siempre.
Hay algo tan neurótico en nuestra manera actual de relacionarnos.
Tan irrespetuoso con la vida.
Tan impaciente.
Y queremos más : más picante, más gorda, más grandes, más altos, más guapas, más delgadas.
Nos aburrimos porque no nos soportamos a nosotros mismos.
Porque no queremos que nadie nos conozca.
Porque es más sencillo empezar cada dos años vendiendo nuestra mejor cara.
Porque es mucho más sencillo follar que limpiar lo follado.
Porque tenemos miedo a que en el fondo seamos un auténtico fraude.
A que cuando el otro arañe un poco vea que no hay nada.
Nada serio.
Y aquí seguimos rascando, cambiando cromos repetidos, poniéndonos ropa interior cara para que otros se limpien los pies al entrar.
Haciendo del amor una servidumbre de paso. ¿No sientes a veces que tú vales más que todo eso que haces?.
Que tú eres un jodido milagro. Con tus ojos que todavían pueden ver.
Con tus pies moviéndose para llevarte al lugar que quieras.
Con tu boca capaz de dar las gracias.
Con tu piel ocupando una plaza en este mundo. ¿No sientes a veces que tú vales más que lo poco que te hacen?.
Dos besos mal pegados.
Tres minutos entre las piernas.
Cinco embestidas.
Y un whatsapp : No me agobies.
Lo más triste es que esta sociedad nuestra ha conseguido invertir los papeles.
Ahora si dices que sientes algo, estás loco.
Es muy pronto.
Muy arriesgado.
Poco inteligente.
Dime tú, cómo lo haces para no sentir algo cuando lo haces.
Dime tú, ¿cómo se finge la vida?..
miércoles, 31 de agosto de 2016
"Me estás volviendo loco de ganas de que no te escapes ni un poquito, que la vida pegados es la vida mejor, que las duchas a la luz del sol compartidas es lo nuestro. Estamos en un principio que no acaba, y es que tenemos lo mejor de esa magia, de ese incendio del principio, y la calma de conocernos del todo. No me queda duda ninguna cuando entras por la puerta con esa sonrisa que puede con todo, haces que la distancia más larga sean 2 besos, tienes todos los viajes que quiero hacer en el cuerpo. Tienes todos los lugares que quiero conocer en el cuerpo, y me entra un nerviosismo de turista principiante cada vez que te recorro la espalda, cada vez que te agarro fuerte el culo, cada vez que me pides más. Me estás volviendo loco de noches improvisadas, de siestas a medias, de querer siempre más. Me estás volviendo loco y solo te puedo dar las gracias, gracias por compartir y cuidar de esto y de mí. Y es que crecemos al compartir la felicidad."
martes, 30 de agosto de 2016
Se que soy un desastre como mujer, soy una mujer simple y a la vez complicada. A veces ni yo misma me entiendo y se que eso puede llegar a sacar tanto de quicio a alguien pero te pido que me tengas paciencia.
Soy de las que me gustan los regalos con significado, soy de las que quiere detalles inesperados sin fechas indicadas, soy de las que les gusta que le besen en la frente y le digan “te quiero”.
Me gusta ir con tu camiseta como loca correteando por el pasillo de tu casa, cantando y bailando como una loca cuando ponemos musica, me gusta que me hagas sonreír cada día, me gusta que me arropes si tengo frió, me gusta que me demuestres que me quieres en vez de decírmelo tantas veces.
Quiero que me agarres fuerte, pero no me sueltes.
Repito que no soy la típica chica corriente y que eso supondrá que tendrás que dedicar mucho tiempo a conocerme a mi y a mi mundo propio. Pero créeme, merece la pena conocerme.
Soy una persona cariñosa, extrovertida aunque en ocasiones bastante tímida, me gusta pasar tiempo a solas y saber quererme a mi misma para luego poder querer a otra persona, como a ti por ejemplo.
Me gusta pasar tiempo con mis amigos, con mi familia no tanto pero ya sabrás por que, me gusta salir a bailar aunque no tenga ni idea de hacerlo, me gustan las cervezas y los vinos un miércoles cualquiera, me encanta hacer reír a la gente y reírme mucho más aún que me ponga fea, soy de las que cuido de la gente que me importa y incluso de la que no también.
Me gusta dedicar tiempo a las personas de mi entorno, ser detallista, paciente con ellos, ser su confidente, saber escucharlos y apoyarlos para mi eso es algo muy importante.
Me gustan las pelis/series y manta los domingos de resaca, pero me encanta salir de fiesta y disfrutar del mundo ante mis pies.
Soy un poco bipolar también, lo reconozco aunque a veces ese punto me cueste reconocerlo, soy algo terca y orgullosa. Pero he aprendido a lo largo de los años que el orgullo lo pierdo por cualquiera que merece la pena, solo tienes que saber hacerme ver y sentir que “mereces la pena”.
-Ven, quiéreme, cuídame, protege-me. Pero sobretodo te pido que me aceptes con mis mayores defectos y virtudes. Que ames cada trocito que me forma a mi.
Por que cuando aprendas a amarme tal y como soy, sabre que me quieres sinceramente y ahí será cuando te agarre y créeme no te dejaré caer, no te soltaré, no te dejaré escapar por nada del mundo.